A menudo se dice que la razón que nos atrajo a la masonería no es la razón por la que permanecemos en ella, y creemos que eso está bien. Algo que se repite constantemente en la literatura masónica anglosajona es la reflexión de ¿qué clase de masón soy yo? Y en tiempos modernos se ha creado una clasificación informal en foros y páginas que, lejos de ser rígida, cada hermano/a  suele aplicar a sus áreas de interés, sentándose siempre entre dos o más categorías de entre las siguientes:

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Historiador

Suele hablar de la masonería en su contexto, mencionando reyes y eventos históricos. Está especialmente interesado/a por el origen de la masonería y trata de desgranar los eventos históricos reales de los relatos simbólicos o esotéricos. Es importante recordar que el trabajo profano (el trabajo fuera del templo) no afecta en absoluto a los roles que uno toma en logia. Hemos conocido a hermanos historiadores fabulosos que ejercían de policías en su vida profana, y otros, historiadores del arte, conservadores de museos y colecciones privadas.

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Esotérico

Este tipo de hermano/a es quizá el que más se subdivide, ya que los hay ligeramente esotéricos, (alerta de spoiler, lo somos todos), medianamente esotéricos, o muy esotéricos. Este tipo de hermano/a siempre intenta que haya más planchas y educación en la logia, es el primero en profundizar cuando la conversación se vuelve filosófica, y sigue diferentes doctrinas como el Sufismo, la Cábala, etc. A veces su personalidad y sus opiniones chocan con los del historiador o el fraternalista.

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Fraternalista

Este/a hermano/a es el alma de la fiesta, visita constantemente otras logias, le encanta el aspecto social que ofrece la masonería, atiende siempre que puede a congresos provinciales o nacionales y esparce el cemento del amor fraternal con su espátula masónica. A menudo son hermanos/as que tienen algo más de tiempo, quizá porque están jubilados/as o no tienen tantas responsabilidades familiares. Es el último en irse del ágape. Todos tenemos uno en mente ahora mismo, pues ese.

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Hermano de la Piedra Bruta

Todos deberíamos tener algo del "Hermano de La Piedra Bruta" en nosotros. En masonería, la piedra bruta (o Ashlar bruto)  hace alusión al trabajo masónico que realizamos todos los hermanos lijando las imperfecciones de nuestras piedras brutas personales, (ego, codicia...) en la búsqueda del ashlar perfecto que servirá para la construcción del templo interior. Para estos hermanos, y a riesgo de dar una explicación reduccionista, la masonería es un viaje iniciático de conocimiento y mejora personal.

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Ritualista

A este hermano/a le encanta la precisión y tiende a ser muy, pero que muy reacio a cualquier cambio. Es el primero en proponer ensayos para asegurarse de que las tenidas tienen lugar de la mejor manera posible, que todos los objetos están en su sitio y que los hermanos que tienen un rol en la tenida saben lo que tienen que hacer. Son perfectos para ciertos oficios, como el de experto, maestro de ceremonias e incluso secretario, y en ciertos ritos y grandes logias, dado que el ritual se memoriza al dedillo, el hermano ritualista será de máxima utilidad para actuar como apuntador (si a algún hermano se le olvida una frase del ritual)... a menos que no sea él el apuntador, en cuyo caso tendrá que morderse la lengua y no corregir todos los defectos  y palabras incorrectas de sus hermanos.

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Conclusión

En cualquier caso, la masonería tiene hueco para estos y otros muchos roles. Seguro que se te ocurren otros en los que no hemos pensado. ¿Qué hace que tú permanezcas en la masonería?

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