El origen de la masonería es un tema que ha fascinado y fascina a generaciones de masones e interesados. Es importante recordar que hasta el siglo XVIII Inglaterra y Escocia eran países diferentes. Sí, la unión de coronas les dio en 1603 un monarca compartido, pero los países permanecerían separados legislativamente hasta 1707. Las leyes de Inglaterra no aplicaban en Escocia y viceversa. El equivalente actual de Canadá y la reina de Inglaterra.
Especialmente en el siglo XIX y XX, y basándonos puramente en documentos escritos, sabemos que la masonería, tanto operativa como especulativa, nació en Escocia, en algún punto del siglo XVI. De la logia de Kilwinning (hoy logia Número 0) tenemos pruebas de su existencia en 1599 como logia operativa. Tenemos logias especulativas, de membresías mixtas (masones operativos y especulativos) como la de Aberdeen, fundada alrededor de 1670 y tenemos logias puramente especulativas como la Logia Haughfoot fundada en 1702.
Así es evidente, que durante el siglo XVI, XVII y parte del XVIII la única estructura masónica documentada es una, la logia. No existe estructura superior ni floritura de ningún tipo. Desde este ortodoxo punto de vista, la figura de la Gran Logia es, en sí, una innovación.
La existencia de la logia, está bien documentada. Más que simplemente un almacén de materiales, que los masones escoceses tenían lugares donde reunirse a puerta cerrada "y pasar también su tiempo de recreo" ya está patente desde 1491, en el documento titulado "Estatuto sobre los masones de St. Giles" aún conservado en Escocia. Se ve que ya desde entonces nos gustaban los ágapes, tanto, que ya los metíamos por estatutos en el sindicato de la época.
Por tanto no es sorpresa que donde comienza la transición entre la masonería operativa y especulativa es en la logia, como queda documentado desde el principio de los archivos de las logias Escocesas en 1599. En estos archivos conservados hoy, y durante los siguientes cien años, tenemos múltiples narraciones de iniciaciones de profanos que no pertenecen al gremio de la construcción.
En otras palabras, según como lo queramos entender, la masonería moderna documentada precede a la creación de la Gran Logia Unida de Inglaterra hasta en cien años. Y esto no es cuestión de debate. Por tanto cuando alguien se refiere a 1717 como la fecha del nacimiento de la masonería especulativa, un servidor, personalmente, sufre un escalofrío por la espalda.
Antes de eso, podemos hablar de una “prehistoria” de la masonería de la que primero no se conservan documentos escritos, pero en la que más tarde se encuentran menciones de especial relevancia. El primer ejemplo relevante documentado viene de la mano del que es considerado “el padre de la masonería” en Escocia, William Shaw de Sauchie (1550 - 1602), sobre el cual ya hemos escrito en esta redacción, y es que gracias a él, la masonería empieza a redactar actas y documentar sus reuniones, discusiones y votos.
Como afirma el historiador y hermano, Robert L.D. Cooper, en Inglaterra sin embargo, no existe documento escrito que mencione logias Inglesas antes de 1716; que si bien no quiere decir que podamos afirmar categóricamente la falta de su existencia, si podemos decir que no existe prueba alguna. El resto es, con los documentos que tenemos hoy, un acto de fé.
