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La Venecia Masónica del Corto Maltés

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La Venecia Masónica del Corto Maltés

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La Venecia Masónica del Corto Maltés

Escrito por:
La Redacción

También llamado “La Fábula de Venecia”, esta joya del noveno arte es un tributo a la ciudad del autor, Hugo Pratt. Fruto del azar o no, esta obra supone la séptima en orden cronológico en la serie de doce tomos, un número bastante simbólico. En esta historia Corto se encontrará en Venecia durante el alza del fascismo en 1921, y como no, se encontrará con masones secretivos de la R:.L:. Hermes, (recordemos que la historia sucede en tiempos fascistas italianos) y se verá envuelto en un asesinato, una -posible- reencarnación, y como no, una búsqueda del tesoro que en este caso toma la forma de esmeralda legendaria llamada “la llave menor de Salomón”, un nombre basado en el libro ocultista sobre el que ya hemos escrito en esta redacción, 

El arte de Pratt es un juego de líneas delgadas y ligeras que contrastan con zonas negras y oscuras, resaltando una ciudad tan bella y misteriosa como Venecia y dejando bien claro cuando es de día y cuando anochece en la historia; podría decirse que este contraste entre la oscuridad y la luz (un principio muy masónico) trasciende lo gráfico para trasladar al lector al terreno de lo simbólico. La primera versión de NBM contiene el ensayo de Pratt, así como bocetos y notas, lo que demuestra la fascinación del autor con la ciudad Italiana.


Sobre Hugo Pratt

Hugo Pratt (1927-1995) fue un hermano de la G:.L:.D:.I:. dibujante y guionista. No es de extrañar que fuera masón si observamos con cuidado a su personaje estrella, “corto maltés”; un marino nacido en Valletta (Malta), siempre amigo del indefenso y que no solo no juzga a nadie, sino que trata a todos por igual. Siempre justo y agudo, vemos a Corto (su nombre vendría de la jerga andaluza) reflexionar sobre lo metafísico, como en esta novela gráfica, así como sobre lo histórico, o lo que se oculta detrás de lo que otros dicen. 

En cuanto a las referencias masónicas de su obra, podríamos decir que Pratt actúa como normalizador mediático prematuro, algo que hoy en día está más a flor de piel que nunca, con documentales como “Inside the freemasons”, de la U:.G:.L:.E:.. ó “Secrets of the Masons” un documental de la BBC sobre la G:.L:. of Scotland y sus relaciones internacionales.

Para entender las capuchas debemos encuadrar la historia dentro de la Italia fascista donde se llegó a ilegalizar la Masonería.

Pratt fue un lector empedernido que amasaba más de 30.000 volúmenes en su biblioteca, que incluía desde códices Mayas a novelas judías del siglo XX. En esta historia, Corto entra en contacto con miembros de la R:.L:. Hermes, que en la vida del autor habría sido su logia madre, donde fue iniciado en 1976 a los 49 años y donde pasaría las últimas 2 décadas de su vida.

El interés de Pratt por la masonería provino de su padre, pero no de la manera “habitual”, (nada más lejos de la realidad) sino que su padre, como miembro de las fuerzas fascistas de Mussolini, había estado implicado en el desmantelamiento de la logia Hermes, quedándose incluso con una espada ritual tras el saqueo de esta. Hugo Pratt devolvería esta espada a su R:.L:. tras su iniciación, iluminando así de algún modo las sombras creadas por su progenitor. Este conocido episodio de la historia del autor es uno de los tantos detalles ocultos en la obra donde aparece en tres viñetas diferentes del cómic, una de ellas más simbólica al final, donde Pratt da importancia a la figura del guardatemplo que porta dicha espada.

En “La fábula de Venecia” nos encontramos ante probablemente una de las primeras obras que realmente revela muchos de los detalles de una logia masónica con una pureza estética digna de mención. Hablamos tanto de mandiles, bandas, regalia… como de mitología, que el iniciado disfrutará reconocer de manera sutil, a medida que recorre sus páginas. Un ejemplo de esto es la medalla que Corto encuentra en la escena del crimen, que pertenece al grado séptimo del R:.E:.A:.A:. centrado en el conocimiento y la sabiduría, o el mandil con el anagrama Z.

Por otro lado, otros ejemplos de simbología ocultistas son el nombre de la gema, “la clavícula de Salomón” ó “la llave menor de Salomón” según la traducción, así como la mano de fátima, que forma parte del sello de Salomón. 


Sobre Corto Maltés

Ya desde sus principios (Balada del Mar Salado, 1967), Pratt hizo que su marinero Maltés tuviera conocimientos esotéricos y herméticos, teniendo una gran avidez intelectual para resolver misterios y relacionar hechos actuales con antiguas leyendas masónicas y cabalísticas. 

Además, más tarde descubrimos que el propio Corto pertenece a una sociedad secreta de piratas que se reúnen en la isla de La Escondida, en el Océano Pacífico, donde obedecen a un personaje misterioso llamado “El Monje”.

Existen más paralelismos entre Corto y su creador. Corto era hijo de una gitana Sevillana y padre británico, al igual que Pratt. Desde joven estudió la Cábala (la abuela de Hugo pratt era de origen judío) donde adquirió conocimientos herméticos. Además, ambas madres echaban las cartas y poseían cierta “clarividencia”.

Conclusión

Vemos que Pratt consigue un equilibrio perfecto entre el entretenimiento profano y los sutiles detalles que el iniciado puede disfrutar. “La fábula de Venecia” supone, junto con “Las Helvéticas”, otra obra de Pratt, una concentración de las afinidades del autor: cábala, secretos, tesoros, misterios, masonería, hermetismo… introducidos en la trama de manera magistral, teniendo varias lecturas para según qué lectores, incluido el masón de alto grado, que encontrará también un profundo sincretismo en el discurso sobre el simbolismo de la obra.