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El Árbol de Navidad: Convergencia de Simbolismos en el Rosacrucismo, Kabbalah y Masonería

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El Árbol de Navidad: Convergencia de Simbolismos en el Rosacrucismo, Kabbalah y Masonería

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El Árbol de Navidad: Convergencia de Simbolismos en el Rosacrucismo, Kabbalah y Masonería

Escrito por:
La Redacción

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha visto en el árbol un símbolo sagrado, una representación del enlace entre el cielo y la tierra. A los angloparlantes les sonará el famoso “as above, so below”. Esta conexión se observa en la verticalidad del árbol, considerado un eje inmutable, especialmente en aquellos de hojas perennes como el pino y el abeto, protagonistas de la Navidad. En la tradición Rosacruz, el color verde del abeto simboliza la esperanza y el flujo de energía vital, mientras que su resistencia a los inviernos nórdicos lo asocia con la fortaleza y la supervivencia.

El villancico alemán "O Tannenbaum", escrito en 1824, alaba las virtudes del árbol de Navidad. En la filosofía Rosacruz, la estrella en la cima simboliza el polo norte celeste, un eje inmóvil entre el cielo y la Tierra. Las ramas del abeto, con su disposición horizontal y forma triangular, representan los diferentes planos del micro y macrocosmos, “la logia como simple muestra de lo que está fuera”, sugiriendo un ascenso espiritual desde la oscuridad a la luz.

En la Kabbalah, este viaje se interpreta como un desplazamiento desde Malkuth, el mundo físico, hasta Keter, la corona, simbolizada por la estrella en la cima del árbol. La disposición en espiral de las guirnaldas evoca el símbolo del ascenso y descenso espiritual, recordando la menorá hebrea y su representación del árbol de la vida, a través de un recorrido espiralado por los siete planetas.

Para el masón, el árbol de Navidad podría interpretarse como un símbolo de crecimiento y aprendizaje espiritual. Las decoraciones, como los colgantes y las bolas brillantes, simbolizan los logros espirituales alcanzados. Añadir un nuevo adorno cada año podría representar las lecciones aprendidas en el ciclo anual de la vida. Hacer de este día de la decoración del árbol un día de la reflexión, sobre la que plasmamos estos aprendizajes, puede hacer que cobre más sentido. 

El regalo al pie del árbol, en la visión masónica, puede simbolizar las bendiciones y las manifestaciones físicas de causas espirituales más profundas. La conexión del árbol con la cruz de Cristo, que tan a menudo encontramos en simbología, encuentra paralelos en la masonería, donde la cruz a menudo simboliza la unión de lo divino y lo terrenal.

En el cristianismo Rosacruz, el árbol de Navidad también se asocia con el árbol de la vida, con el fruto de este árbol representando a Cristo. Comulgar con el "fruto" de este árbol simboliza la transmutación del ser humano hacia una naturaleza divina más elevada. Este concepto de transmutación se asemeja a la filosofía alquímica, frecuentemente explorada en la masonería y la Kabbalah. Bajo este prisma, la eucaristía cobra el significado de consumir el fruto del árbol de la vida. 

El árbol navideño, en estas tradiciones esotéricas, es un recordatorio de nuestro origen divino y de nuestra misión existencial de retornar a la unidad con lo divino. En la era moderna, aunque la sociedad secularizada ha despojado a menudo al árbol de su significado simbólico más profundo, sigue siendo un símbolo poderoso para quienes buscan comprender su significado esotérico.

El árbol de Navidad, más que una mera decoración festiva, es un símbolo profundo que entrelaza diversas tradiciones esotéricas. En la Kabbalah, el Árbol de la Vida representa no solo la estructura del universo sino también la evolución espiritual del individuo desde lo material hacia lo divino​​​​. Este árbol se compone de diez esferas, o Sephiroth, cada una representando diferentes aspectos de la realidad, y está dividido en cuatro mundos que simbolizan distintos niveles de realidad, desde la emanación divina hasta la manifestación física​​. Los veintidós caminos que conectan las Sephiroth simbolizan senderos de estudio y desarrollo personal, a través de los cuales se asciende espiritualmente​​. La meditación en el Árbol de la Vida fortalece nuestra conexión con lo divino y desarrolla cualidades espirituales en nuestra vida diaria​​.

En la Masonería, el simbolismo solsticial de la Navidad se relaciona con el norte entre los puntos cardinales, simbolizando la medianoche y el invierno, así como el nacimiento y la muerte en la vida de un hombre. Como curiosidad, este punto cardinal representa la Puerta del Cielo y el acceso a la Vía de los Dioses según la tradición hindú, vinculando así el simbolismo del árbol de Navidad con un contexto más amplio y ecuménico​​.

El árbol de Navidad, en la perspectiva masónica, es una representación del Axis Mundi, comparable con otros árboles simbólicos como el Yggdrasil nórdico o la Acacia masónica. Las esferas luminosas en el árbol, interpretadas como Sephiroth en la Kabbalah, simbolizan el descenso del rocío luminoso celeste a nuestro mundo​​. Además, Santa Claus, con sus ropas rojas, blancas y negras, simboliza las tres Gunas de la tradición hindú y las tres etapas de la Gran Obra Alquímica, que de algún modo podrían alinearse con los tres primeros grados de la Masonería​​.

En conclusión, el árbol de Navidad, a través de las lentes del Rosacrucismo, la Kabbalah y la Masonería, y su presencia anual, sirve como un recordatorio de nuestro origen divino y nuestra misión existencial de retornar a la unidad con lo divino emerge como un símbolo polifacético que entrelaza enseñanzas sobre la naturaleza divina, el crecimiento espiritual y la interconexión entre los diferentes niveles de existencia. Sirve como recordatorio anual en diversas tradiciones esotéricas de que, tras la oscuridad, la luz siempre prevalece y que la conexión perdida con lo divino puede ser restaurada.